Me crucé con el negro amable en su mirada,
con un sorbo de whisky, inalterable,
escupe pinceladas a la vida,
trastoca con su voz la madrugada.
Si en silencio silbo él me escucha,
sabe amar a ciegas,
no teme al desaliento de la edad.
Es el punto de la limonada,
es la luna amarga en mi mar
9 comentarios:
Una ternura de versos nos entregas, excelentes..
saludos fraternos
un abrazo inmenso
¡Aplausos con palmitas sordas!
sabe amar a ciegas...
Sabe amar a ciegas...como debe ser. Un saludo
Déjame saborearlo un poco más.....
Besos.
amar amar...perdidamente...vale!...pilar!...e para ti...
"aetas:CAPE DIEM quam minimum credula postero."
Mira Pilar,eres guapa,valiente,preciosa,y futura..nunca presenta,siempre pasado...y mucho mundo por vivir...
no le des rosas a los cerdos,te comeran pero nunca te saborearan...y tú nena,estás para saborearte...ya te lo dije muchas veces,vive lo que tengas que vivir,nosotros,cerca de los sesenta,ya lo hicimos,es tu hora,Pilar.Además ese Manué,solo sabe sembrar sueños,no realidades.Eres un sol,no te nubles.
Querido "Anónimo cercano a los sesenta", muchas gracias por tu consejo. Parece que me conoces bien, pero "agua pasada no mueve molinos".
Gracias por lo que me dices, cuando me quieras decir quién eres, ya sabes donde estoy.
Besos
Por cierto, cuando escribo recurro mucho al pasado, pero no estoy anclada allí, ni mucho menos. Aprecio tu preocupación pero vivo mi momento, los recuerdos valen mucho y sirven para mucho: para aprender, para desahogarse, para escribir buenos poemas.
Besos grandes anónimo.
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