Olía a barbacoas apagadas y a tarde perfecta de risas con amigos. Él me daba la mano por debajo de la mesa, y aun existía esa complicidad que llenaba espacios.
Los demás, todos para uno y uno para todos, reían alrededor. Hablábamos de nosotros, de esos problemas que casi no van a ningún lado.
Éramos libres por momentos y esa vida nos gustaba.
Si tengo que recordaros, amigos, los que ya no estáis, los que os habeis quedado, lo haré de esa manera: en esa tarde de ese día, juntos y felices un lunes perdido en el calendario de cuando fuimos otros y pensamos que lo nuestro nunca se acabaría.
10 comentarios:
Me gusta que recuerdes lo bueno :)
Me parece un guiño tiernísimo, socia. Así es como se deben recordar las cosas, sin dejar que la nostalgia nos pueda, claro. Etapas, etapas, estapas...
Que bonito relato, como todo lo que escribes preciosa. Que recuerdos..., y bueno es acordarse de esa forma como la que expresas y transmites con tus palabras, esplendido!!!!
Un besazo y ya sabes... lo que te quiero.
Un texto optimista, tierno y positivo.
Enhorabuena, Pilar.
Un besazo
Jejeje... ¿Te haces mayor, cariño?.
Estos repasos los solemos hacer los que llevamos canas como galones.
Pero está bien que tú también des un repasillo de vez en cuando, y mucho más si es de la calidad de este.
Ya sabes que te quiero, verdad?
Querida Pilar,nada termina del todo mientras lo vivido esté presente en nuestra memoria.
Feliz Navidad.
QUE EL 2012 ESTÉ REPLETO DE DESEOS CUMPLIDOS, QUERIDA AMIGA
Recordar lo mejor de cada persona y de cada momento, pero sin dejar de mirar hacia adelante, porque siempre habrá cosas hermosas que recordar... Eso es vivir corazón y tú sabes mucho de ello.
Que bien leerte así.
Un abrazo grande
Vuelves a dejarnos este texto hermoso, corazón. Probablemente es un momento adecuado. O quizá es que siempre es adecuado recordarnos que vivir lo hermoso de los momentos es algo que no debemos dejar pasar.
En cualquier caso, me gusta.
creo que lo bueno de los moventos como este es que nunca se pasan, o eso espero yo... estas cosas merecen la pena volverlas a vivir porque eran realmente buenos momentos
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