domingo, 21 de diciembre de 2008


Me desnudo ante los espejos,
ya no puedo ocultarme
me conozco tanto que me mata
me remuerde la piel por los rincones

Tus ojos a veces me confortan
pero nunca fui una mariposa

Las gotas caen saladas por tu espalda
patinan al compás de las mentiras
me arranco el corazón
no dices nada.
Por mucho que me mientas no me arruinas

8 comentarios:

Manuel dijo...

Mala noche, eh?.

Ya sabes: si miras al suelo no verás lo que viene. Y si miras demasiado hacia delante, tropezarás en lo que tienes al pie. Si tratas de repartir la mirada entre el pie y el camino, acabas loca.

¿Cómo hacerlo?.

Un beso con sabor de esperanza.

Pilar dijo...

Pues si, fue mala, pero ya sabes que esas cosas pasan. Nunca sabes como acertar, pero forma parte de la vida... Asi que sigo caminando, no me frenan estas cosas.
Gracias por la esperanza, nunca sobra, otro beso para tí.

Anónimo dijo...

Muy silviero manuel, je je. Esta chica me suena.

Pilar dijo...

Quién eres anónimo?? Manuel siempre es silviero, jajaja. Besos.

Anónimo dijo...

soy un manolo en pequeño, pero no tengo tu e-mail prima

Manuel dijo...

Uy, uy!... los primos, Manolos pequeños... ¿La familia se va reuniendo en torno a la poesia?. Eso es buena cosa.

Anónimo, conoces bien la "fábula de los tres caminantes". Y ahora dime ¿tú que piensas?.

Besos a los dos.

Pilar dijo...

Ahora si que estoy perdidaaa!! jaja.

Pues yo no conozco la fabula asi que contadmela y mi mail:
pia2202@hotmail.com
Ay, que cosas tan emocionantes! ajajja. Besos

Navegante dijo...

Me gustó mucho este poema, tenés talento para mezclar lo doloroso con lo que da bronca.
Me gusta, volveré otro día para seguir disfrutandote.
Besito.