miércoles, 6 de octubre de 2010

No volvió porque te quiere


Dedicad un rato a ambos mensajes, para ella el poema porque se ha rendido, para él el video...


No volvió porque te quiere,
no sabe ni quién eres,
no le detuvo tu miedo
ni frenaron sus insultos,
no sé por qué le disculpas...

No volvió porque te quiere,
ni tu has vuelto a él porque lo amas,
esto vuestro es pura dependencia,
es llama que te quema la garganta.

Andas pisando el odio,
recuperando tu vida,
en realidad estás perdiendo,
él no es tu punto de partida.

Te lo ha dicho tantas veces,
que casi te lo has creído,
empieza a creer en ti,
sabes que aquí no existe olvido.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo peor que se peude hacer es quedarte esperando a que se solucione solo y mirar para otro lado... Te quiero cielo, me ha gustado mucho ^^

La Solateras dijo...

Poema duro Pilar, y real como la vida misma.

Un beso

.A dijo...

le odiaba a muerte.. pero no era capaz de separarme de el

Manuel dijo...

Querida Pilar, nada podemos hacer cuando alguien se empeña en seguir enfermo.

Siempre digo que hay gente que es consecuente. Otros no. Y lo explico:

El maltratador es consecuente. Podremos utilizar contra el los peores adjetivos, con razón. Pero es consecuente. Es maltratador y maltrata.

El maltratado es inconsecuente. Se siente destrozado, humillado, perdido. Pero permanece en el mismo sitio y espera que el maltratador deje de serlo. Cosa que nunca ocurrirá.

Dejando a un lado la indudable condena que merece el maltratador, esa víctima inmóvil podría ser pasto de cualquier suceso a su alrededor. Muchas veces porque prefiere poner la responsabilidad de su vida en lomos ajenos antes que cargar con ella.

Espero que mi comentario se entienda bien. No soy sospechoso de colaboracionista con el maltrato. Pero si que seguiré tratando de empujar a las víctimas a que tomen las riendas de su vida.

Que ya sabemos que no es fácil.

Un beso.

Dreamy dijo...

Depender tanto de alguien es horrible.

Anónimo dijo...

me gusta mucho,mucho y el de ibiza me encanta esa descripción que le das a la tipica paleta de colores pastel del atardecer.
lara

Emilio Porta dijo...

Es una entrada buena y necesaria...independientemente de que la película tenga un final que pretende una gracia "saca tarjeta roja al maltratador" como si el tema fuera un juego. Salvo el slogan aprobado por el gobierno, que me horroriza, la intención del Ministerio es buena con la campaña de Publicidad. De todas formas el tema, como dice Manuel, no es fácil. Hay que ponerse en la piel de la víctima, en el miedo, en el suplicio que supone todo el proceso, sobre todo cuando hay niños por en medio...y véte a saber cuántos intentos ha habido de buscar la mejor solución. No se puede culpar a nadie de estar paralizada por el miedo...y eso ocurre en muchos casos. La mayoría de los hombres que maltratan, además, suelen hacerlo cuando están borrachos...y luego son una malva. Cada caso es un mundo. Incluso la denuncia puede ser un detonante de la violencia. Yo creo que el principal error es no alejarse al primer síntoma. Pero los "enganches" y también que el maltratador no se manifiesta claramente, en muchos casos, al principio hacen todo muy difícil.
En cualquier caso tanto el poema como la imagen ayudan a tener conciencia de un problema...de casi imposible solución mientras la sociedad no evolucione en la educación y en determinado cambio de valores. Lo malo es que vamos hacia una sociedad cada vez más violenta y agresiva, en la que la fuerza y la competitividad se consideran necesarias. Ya sabéis como se divide en la sociedad americana a los individuos: "winners" o "losers". Y la palabra "perdedor" es el mayor estigma. A veces creo que algunos valores occidentales deben ser barridos del mapa. Lo malo son los otros "valores" de los que los quieren barrer. Mal asunto.

Mari Carmen Azkona dijo...

La palabra por trinchera, la palabra necesaria...

Muy bien Pilar por prestar la voz a quién no puede denunciar, bastante tiene la victima con restar miedo, maquillar golpes y desengaños, salir de la oscuridad, y...

Muy bien Pilar por despertar la conciencia de espectadores que asisten inmóviles mientras se cruzan de brazos. Nos quejamos de que los tabiques de nuestras casas no nos aíslan de los ruidos provocados por los vecinos...Los golpes y los insultos no suelen ser susurros que se dicen al oído.

Muy bien Pilar.

Besos y un fuerte abrazo.

Enrique Gracia Trinidad (EGT) dijo...

¡Uf! qué poema. Te lo han dicho ya todo, Pilar. Yo sólo te doy las gracias y la enhorabuena. Besos

Sergio DS dijo...

Impresionante poema,... potente, grandioso, tremendo. Me quedo por aquí leyendo. Enhorabuena