miércoles, 18 de enero de 2012

Sin ritmo

Solos,
aferrados a un país que se deshace,
en la comodidad que ofrece el conformismo.
Helados en un tiempo que es el nuestro,
sin ganas de luchar y sin vergüenza.

Rendidos antes del comienzo
dichosos de alabar nuestros ombligos,
buscamos distracciones,
cerrar los ojos, no ver la realidad,
contener la respiración en ese intento
de que nada nos de la bofetada y nos perturbe.

Y en el fondo
sabemos que esto es miedo y cobardía
pero ¿quién va a liberarnos,
a cambiar de dirección?
¿Quién va a alterarnos
si tu y yo, aquí sentados,
nos miramos tirando la toalla
antes de tenerla en nuestras manos?


No hay ritmo en este poema, pero la situación no lo tiene

5 comentarios:

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Yo no he tiraado la toalla. De hecho es que no tengo porque las he gastado todas.
Y tú tampoco.

Un beso

La Solateras dijo...

Sí, en realidad todos nos conformamos mientras no nos toquen nuestras pequeñas miserias. Alguna rara vez entonamos el mea culpa, esperando que haya locos que se la jueguen por nosotros. Es todo muy raro, no sabemos quién mueve nuestros hilos ni desde dónde, estamos más perdidos que una cabra en un garage. Hasta Luismi ha gastado las toallas en limpiar los cristales.
Besos.

Rosa dijo...

Si hay ritmo en el poema Pilar, claro que lo hay en ese grito de protesta e inconformismo hacia lo que nos dan como insalvable.

Que buen final con esa toalla en las manos.

Un besazo de tarde de domingo que de tonta no tiene nada...

Mari Carmen Azkona dijo...

No, Pilar, ni conformistas, ni rendid@s...no hay más que leer este poema, con un final, como dice Rosa, maravilloso.

Enhorabuena, mi niña, cada día lo haces mejor.

Emilio Porta dijo...

"Si tú y yo, aquí sentados,
nos miramos tirando la toalla
antes de tenerla en nuestras manos..."
Es espléndido, Pilar. Magnifico. Esto y todo el poema.